Finalmente ha llegado el otoño, y con él parece que de golpe aparece la nostalgia que lo inunda todo, a veces confundida con tristeza, pero el otoño es la temporada del año olor a chimenea, castañas, boniatos dulces de los que gotea una especie de caramelo con olor intenso, de los paseos con olor a tierra mojada y a hojas húmedas. Si lo observo desde esta mirada se me hace muy entrañable, el hogar vuelve a ser la zona confortable y cálida que habíamos olvidado en verano donde reunirnos con amigos y disfrutar de tantas cosas, también de perfumes envolventes y atalcados, y por qué no de otros luminosos y alegres con los que contrarrestar las pocas horas de luz. En todo caso es un momento inmejorable para experimentar con perfumes y hacernos sentir súper bien.