A lo largo de los años el arte del perfumista ha ido evolucionando a través de las diferentes épocas, culturas y costumbres, siguiendo sus tendencias. Así como también lo han hecho la moda, el arte y las sociedades en su conjunto. El perfume está vivo y pide reinventarse constantemente. El nuevo aroma, la creación perfecta acorde con las nuevas generaciones, sus expectativas y necesidades.
Tendencias del consumidor actual
¿Pero hacia dónde se mueven y cuáles son esas tendencias en el consumidor actual?
Una de las corrientes a nivel mundial, se basa en la toma plena de conciencia, en respirar hondo disfrutando el presente, retornar a los orígenes, la simplicidad, en el respeto hacia el planeta y los animales, lo natural y la importancia de mantener esta coherencia en todos los aspectos de la vida.
El perfume es el elixir que no solo nos define, sino que nos acompaña en nuestro día a día. ¿Puede ir más allá? ¿Puede el perfume aportarnos esa experiencia sensorial que deseamos y a la vez encajar en nuestra visión del mundo? La respuesta es sí.
Estamos en la era de las comunicaciones, donde accedemos a todo tipo de información en un clic. Tenemos personas informadas que buscan productos que armonicen con esta visión global, que dejan de centrarse en el producto únicamente, para acompañarlo de toda una experiencia de marca, coherente con su estilo de vida y con el planeta. El reto es que nuestro perfume encaje en el conjunto de valores y en el enfoque del consumidor.
La experiencia afortunadamente pasa por todos y cada uno de los detalles que engloban la creación, lanzamiento, así como el concepto de la marca, su imagen y la comunicación a las personas.
Química verde
En el corazón del perfume hay una clara preferencia hacia un proceso industrial limpio, siguiendo los principios de la química verde: minimizando residuos, maximizando la obtención productos biodegradables, el uso de materiales renovables no agresivos con el medio ambiente, minimizar el gasto de energía…etc. Estos son algunos de los detalles que nuestro cliente apreciará dentro de esta corriente.
Se apuesta por la sencillez en las fórmulas y la preferencia por ingredientes naturales en su composición. Esto puede generar cierta controversia, puesto que no siempre los ingredientes naturales son los menos problemáticos. Como es el caso de los alérgenos, presentes en la mayoría de esencias de origen natural.
Se abre ante nosotros un amplio abanico de ingredientes emergentes y sus combinaciones dentro de esta categoría, como serían: ingredientes y extractos naturales, parcialmente naturales, orgánicos o minerales. Con sus distintos disolventes, procesos de obtención y producción. Perfectamente descritos en la nueva normativa ISO clasificados teniendo en cuenta la trazabilidad del ingrediente y del producto minuciosamente.
Al mismo tiempo el foco está puesto en minimizar el impacto del producto en el medioambiente con su uso en el ecosistema, como ejemplo el uso de nano-materiales y su posible impacto en los ecosistemas. Sumado a todo ello lo que acompaña nuestro perfume, en términos de packaging encontramos embalajes de material reciclable, reutilizable, orgánico, biodegradable…etc.
En el envase las reivindicaciones deben ser claras, no engañosas y que no se presten a confusión. Siendo de gran valor encontrar en la etiqueta algún tipo de información que transmita seguridad, como los sellos y certificaciones, eco-etiqueta, sellos privados, o conforme al cumplimiento con las normas estandarizadas ISO más actuales. Unas de los claims que siguen este hilo podrían ser: “libres de alérgenos”, “uso de ingredientes limpios y conscientes”, “aromas hermosos, innovadores e hipoalergénicos”, “perfumería botánica 100%, etc.
Conclusión
Por lo tanto todo proceso de creación de un producto dirigido a un nuevo consumidor consciente, altamente informado y comprometido con su entorno, debe ser coherente en su totalidad. La filosofía de la marca debe estar alineada a ello al 100% y este debe ser el mensaje que llegue a las personas. Acciones experienciales acorde a objetivos en común, como la planta de árboles, destinar parte de los beneficios a organizaciones ONG’s, pedir opinión al consumidor, etc. Son algunos ejemplos para ir más allá del simple producto. Integrando así la marca en la vida del consumidor y crear una colaboración cliente-marca exitosa y pro-activa.
Confianza es la palabra clave en esta relación entre la marca y las personas. Conceptos como el Greenwashing que viene a ser como un lavado de imagen, crean confusión y escepticismo entre los consumidores. Por ello es aconsejable que la filosofía de la marca esté bien definida, parta desde el corazón de la misma, se vea reflejada en todas sus acciones del día a día y en una correcta comunicación al consumidor.
Creando marcas desde el corazón, estando en coherencia con uno mismo, con la vida y con la naturaleza, es como conectamos con la totalidad. Desde dentro y hacia afuera, expandiendo lo que más amamos hacia las personas y el planeta. Hacer llegar a esta corriente un perfume que ha nacido del amor y el arte del perfumista, pensando en todas y cada una de las fases de la creación del mismo. Es un éxito asegurado en esta generación enfocada al mindfullness , mucho más concienciadas del poder que tenemos tod@s de cambiar el mundo.
Cristina Lapeira Núñez
Ainea Perfums, Quality assurance & regulatory affairs